MODELO DE EJECUCIÓN DEL PROYECTO

El modelo con el que se plantea llevar a cabo el proyecto pretende combinar varios de los elementos del Mapeo de Alcances y la Investigación Acción Participativa (IAP). El motivo que nos empuja a proponer este híbrido viene dado por la potencialidad que observamos en algunos de sus aspectos y que resultaría formidablemente fructífero incorporarlo al desarrollo del proyecto que nos encontramos exponiendo.

Para ser más preciso, más que aspectos o elementos, lo que contemplamos de los modelos citados y que consideramos que sería un aporte excelente para nuestro programa hace referencia a la filosofía, perspectiva o posición teleológica adherida a su praxis. El potencial que observamos en el Mapeo de Alcances hace alusión al cambio de paradigma que introduce y establece respecto a los modelos que se encontraban consolidados. El nuevo enfoque que propone focaliza sus esfuerzos en los actores sociales, orientando sus acciones hacia “cambios de comportamientos expresados en acciones, relaciones e interacciones que realizan los socios” (Earl, Carden, y Smutylo, 2002; Ambrose, 2009).

De esta forma, el modelo persigue y sitúa como uno de sus principales propósito e identidades la sostenibilidad del propio proyecto en el que se embarca. Es decir, al intentar incidir en la conducta de los socios, alejándose de los planteamientos cortoplacistas con seguimientos extremadamente cuantificables y obcecados en la medición del impacto, persigue llegar y penetrar en aquellos recovecos de la conducta social más profundos, y que de conseguirlo, habrá logrado abonar el terreno para una sólida e irrevocable transformación en la intersubjetividad de la comunidad. En cuanto al tiempo, desde esta óptica, no se concibe como una elemento limitante que llegue a constreñir al proyecto y al que rendirle cuentas, sino que se contempla como una oportunidad para conocer, compartir, dialogar, consensuar, actuar y cambiar.

Por su parte, la Investigación Acción Participativa resulta especialmente interesante por el sesudo, diligente, comprometido y enorme trabajo de reflexión y raciocinio al que se ha sometido con el fin de incluir a todos aquellos sujetos epistémicos que fueron relegados a una posición de espectador o mero informante en los diferentes procesos sociales acaecidos. Su metodología persigue integrar en los proyecto y en sus diferentes fases a los distintos actores implicados en la realidad inmersa, dejando patente que el diseño y desarrollo del propio programa será el resultado de la continua colaboración multidireccional (López, 1987); lo que se conoce como equipo administrador o grupo motor solo representan un actor más del proyecto. De este modo, la IAP pretende desprenderse de esa especie de despotismo ilustrado que ha caracterizado tradicionalmente a los proyectos de intervención, creando y ofreciendo espacios dialógicos y participativos.

Aunque es cierto que el Mapeo de Alcances también hace referencia a la integración y colaboración de los protagonistas en los ámbitos de incidencia de la iniciativa, no acaba por alcanzar el nivel de profundización, implicación e interiorización asumido por la IAP. Este ha construido su modelo en base a la participación, concibiéndola como un medio con el que alcanzar los objetivos planteado, a la par que como un fin en sí; desplegando para ello, todo un conjunto de prácticas, hábitos, recursos y herramientas.

De este modo, el modelo que propone el presente programa tomará del Mapeo de Alcance su mirada larga y proyectiva, orientada a construir nuevas trincheras que nos permita resistir o avanzar hacia una visión en el que el principal cambio se generará en el interior personas. Y en cuanto a la Investigación Acción Participativa se refiere, su metodología y enfoque inclusivo y la conciencia de que ningún cambio es posible sin la integración y cooperación de toda la comunidad, constituirá el proceder y la mentalidad que caracterice el recorrido del propio proyecto.